La población infantil puede sufrir de cáncer como cualquier adulto. El problema suele ser aún más delicado en los niños, ya que, al encontrarse en una etapa súper importante del desarrollo, tienen menos fortaleza física y mental para enfrentar un mal de esta naturaleza.
Más allá de ser una enfermedad que puede afectar en gran medida la salud física del infante, el cáncer impacta de una manera desgarradora en el estado emocional, psicológico, social e intelectual, tanto del niño o niña que padece la enfermedad, como de sus padres, sus familiares, amigos y todo su entorno cercano.
El cáncer es un terrible adversario, pues consume una parte vital del niño. Atacando su sentir y sus ganas de vivir. Son tantos los sacrificios, los retos, tratamientos y largos procesos, que deben atravesar los enfermos, que pareciera que esta enfermedad solo busca acabar con la esperanza, la energía, la alegría y sumergir al paciente y a sus familiares, en un inmenso dolor durante una terrible travesía.
A pesar de ser una enfermedad agresiva, es un error pensar que el cáncer es sinónimo de muerte, ya que, en la mayoría de los casos, los niños y adolescentes pueden sobrevivir, sobre todo si la enfermedad se detecta en etapas tempranas y se le brinda el tratamiento adecuado de manera oportuna. Y es justo en este momento en donde nace la magia de AMANC en Quintana Roo.
Además, es importante prestar especial atención al estado físico, emocional, psicosocial e intelectual de estos niños, ya que mientras tengan la oportunidad de llevar una vida de calidad, aumentan las posibilidades de adherencia al tratamiento y con esto, la posibilidad de sobrevivir.
Muchas familias de escasos recursos que viven en Quintana Roo no tienen acceso a la atención médica necesaria, al acompañamiento vital y al tratamiento oportuno, ya que todos los procedimientos, pruebas y medicamentos suelen implicar altos costos, afectando de gran manera la salud física, mental y emocional de cada niño y su entorno, al igual que a su patrimonio familiar.
Creemos firmemente que los niños con Cáncer merecen la oportunidad de llevar una vida plena y feliz. Superar este padecimiento no es sencillo, pero es tan grande su lucha que no pueden pasar desapercibidos. ¡Contamos contigo!
