Los signos y los síntomas son señales de lesión, enfermedad o dolencia; son señales de que algo no está bien en el cuerpo de un ser humano, en este caso de un niño, una niña o un adolescente.
Un signo es una señal que puede ser vista por un ser querido, un amigo, un doctor, enfermera u otro profesional de atención médica. Por ejemplo, la fiebre y la respiración acelerada puede que sean signos de una pulmonía.
Pero, por otro lado, un síntoma es una señal que el niño que lo experimenta siente, aunque puede que otras personas no lo noten fácilmente. Por ejemplo, debilidad, dolor muscular y dificultad para respirar puede que sean síntomas de una pulmonía.
Un solo signo o síntoma puede que no sea suficiente para determinar la causa de determinada enfermedad. Por ejemplo, el sarpullido en un niño pudiera ser un signo de distintas enfermedades, tales como exposición a plantas venenosas, paperas, una infección de la piel o una alergia causada por la comida.
Por otro lado, si el niño presenta un sarpullido junto con otros signos y síntomas como una fiebre alta, dolor muscular, cansancio e irritación de la garganta, entonces un médico tendrá un cuadro de la enfermedad a diagnosticar. Algunas veces, los signos y síntomas en un paciente aún no proporcionan al médico suficientes pistas como para determinar con certeza la causa de una enfermedad. Por ello es necesario realizar exámenes clínicos como radiografías, análisis de sangre o una biopsia.
La detección temprana es una de las claves principales para salvarle la vida a una niña, niño o adolescente para superar el cáncer.
El 75% de los pacientes de cáncer infantil recibe tratamiento en etapas avanzadas. Este hecho provoca que los tratamientos pierdan efectividad. Por esta razón es importante conocer los síntomas de alerta.
La supervivencia de los pacientes es de hasta un 80% con un diagnóstico y tratamiento oportuno.
Los padres como buenos observadores y conocedores de sus hijos cumplen un papel importantísimo para llegar al diagnóstico y tratamiento oportuno de la enfermedad. Los síntomas y signos de alarma reconocidos a tiempo por algún representante pueden marcar una gran diferencia en la vida de sus hijos.
Para saber si un niño o niña padece esta enfermedad, se deben realizar ciertas pruebas específicas que puedan orientar el diagnóstico.
Si tu hijo o un niño de tu entorno cercano presentan alguno de estos síntomas, consulta al pediatra o llévalo al centro de salud más cercano:
- Palidez, moretones, sangrado.
- Dolor de huesos generalizado
- Masas o inflamaciones localizadas, sin dolor, sin fiebre ni otros signos de infección.
- Inflamaciones que aumentan su tamaño de forma progresiva.
- Pérdida de peso sin causa aparente
- Fiebre sin causas aparente
- Tos persistente o dificultad para respirar
- Sudoración excesiva nocturna
- Cambios evidentes en los ojos (pupila blanca). Alteraciones de la visión como aparición de estrabismo, pérdida visual o inflamación alrededor de los ojos.
- Inflamación o hinchazón a nivel abdominal
- Dolor de cabeza persistente y progresivo
- Vómitos sin causa aparente (a primeras horas de la mañana o que empeoran con el paso de los días)
- Dolor de huesos y articulaciones con hinchazón progresiva sin signos de traumatismos ni infecciones.
La información contenida aquí solo es de carácter informativo y no conlleva ningún tipo de diagnóstico, ni recomendación médica. Le pedimos que ante cualquier signo o síntoma acuda a una unidad hospitalaria en su entidad, y consulte a su médico para que le extienda los análisis, diagnósticos y recetas.
AMANC Quintana Roo, solo esta proporcionado este contenido como ilustrativo e informativo. Consulte a su médico.